lunes, 7 de diciembre de 2009

Cirque

Las artes circenses han logrado darle vida a un elemento que a pesar de cumplir diversas funciones en nuestra vida diaria, suele pasar desapercibido. La tela, más suave que la cuerda y con mayor posibilidad de creación, al permitir trabajar con dos paños, posibilita la creación de múltiples figuras derivadas de la danza contemporánea y caídas cargadas de acrobacia y elegancia. La tela, un nuevo estilo de “Acrobacia Aérea”, surge mucho tiempo después que el trapecio y que la cuerda, hace aproximadamente 20 años. Es una disciplina muy completa que trabaja simultáneamente todo el cuerpo, se necesita para su práctica flexibilidad, control de la respiración, equilibrio y deseo de volar. Cuerpo y tela se vuelven una unidad que desafía la gravedad mediante una danza aérea, que además de inducir importantes transformaciones internas en sus practicantes, produce sensaciones intensas y emocionantes en los espectadores.